Del rio profundo de tu mirada sale el pez deseoso, que me envuelve en cada gota de agua de tu boca callada de silencios misteriosos y me salpica; y esos silencios en la boca no son más que aguas transparentes y bellas, llenas de siglos ausentes que bañan lagunas en tu piel dormida.
De tu sonrisa cuya presencia invade mis sueños cada noche y donde residen los deseos más íntimos, encuentro la más dulce prisión que me deja sin aire, nada más que tu espíritu habita en mi alma dormida y revives pasiones, tiendes puentes, abrigas mis manos dormidas por el frío.
Tu amanecer de piernas largas y cortas en mi caminante mañana, amanecer de barro con agua y cristal, estoy en tus manos que me acarician con sol y rocío de la mañana; tus cabellos, frutos de mis dedos enredados en tu árbol de árboles que me alimentan como agua a la orilla de arena seca, casi desierta.
Tu piel que cual fuego encendido resiste el viento del invierno, colmándome de paz en cada abrazo, y siguiendo cada espacio de tu cuerpo voy descubriendo la fuente de mis versos más intensos como si cada palabra no resistiera a la tentación de tocarte y saberte cerca de mis deseos.
De cada gesto que desprendes al andar como si vivieras una vida sin tiempo, traes a mí una soledad contagiosa que de tan tuya es sabrosa para mi silencio y para el ritmo de mi corazón que anhelante clama tu voz para romper con todo y hallar en tu mirada nada más que amor.
Morir meses en tus encantos, deshacerme en tu boca y renacer en tu lengua, mojar mis agujas a destiempo con el final de tu cuerpo, en el comienzo de mi frágil mañana, traerte a mi mal y a mi bien, a mis gritos y sangrantes silencios de bocas sembradas ya cosechadas por el viento, gritos y silencios que son nuestros y ajenos.
2 comentarios:
"_Del rio profundo de tu mirada sale el pez deseoso, que me envuelve en cada gota de agua de tu boca callada de silencios misteriosos y me salpica; y esos silencios en la boca no son más que aguas transparentes y bellas, llenas de siglos ausentes que bañan lagunas en tu piel dormida."
A eso le llamo yo Diálogo de Amantes
De tu sonrisa cuya presencia invade mis sueños cada noche y donde residen los deseos más íntimos, encuentro la más dulce prisión que me deja sin aire, nada más que tu espíritu habita en mi alma dormida y revives pasiones, tiendes puentes, abrigas mis manos dormidas por el frío.
Tu amanecer de piernas largas y cortas en mi"
Todo se vuelve corto en el fragor de la batalla amigos.
Pero no corto de inspiración ni de sabiduría.
Y yo que soy tan egoísta, deseo que no me olvideis en vuestras horas de descanso.
Aunque os encuentro tan enamorados y absortos en vosotros mismos, que la verdad. No me importa.
Y el caso es que......
Algo más que una profunda comunión de palabras, sentimientos que van más allá de los días que llevamos viviendo este amorr... Gracias, mi amado y admirado poeta por compartir esta hermosa experiencia!
Publicar un comentario